Se ha comprobado científicamente que la exploración manual del cuerpo no es un método de diagnóstico confiable (estudio, estudio) y que el uso de técnicas manuales para tratar dolencias es sólo un alivio temporal de los síntomas y, en la gran mayoría de ocasiones, con un efecto similar al placebo (estudio, estudio).
Eso pensaba yo al terminar la carrera de fisioterapia. No obstante, cuando me puse a investigar para ver si era cierto esta afirmación, me encontré con la realidad:
No hay diferencias entre un tratamiento presencial y uno online (estudio, estudio, estudio, estudio, estudio) en:
Y, por ahora, los datos demuestran que es ligeramente SUPERIOR para tratar a pacientes neurológicos (estudio).
Si conoces en lo que se basa (o se tendría que basar) un tratamiento de fisioterapia, tiene todo el sentido del mundo.
Cómo he explicado arriba, la palpación no es un método diagnóstico fiable y la terapia manual es una técnica de alivio sintomático a corto plazo (y no es la única, existen muchas otras que podrías hacer tu mismo que han demostrado la misma efectividad).
Un tratamiento de calidad de fisioterapia tendría que tener de forma imprescindible:
1. Un correcto razonamiento clínico y diagnóstico:
Para esto, la parte más importante es escucharte y hacerte las preguntas adecuadas para ver los síntomas y disfunciones que tienes, y lo que necesitas. Luego, se podría complementar con unos tests diagnósticos funcionales adaptados explicados por el fisioterapeuta, que han demostrado la misma fiabilidad que si te lo realiza a nivel presencial, para corroborar/descartar la hipótesis diagnóstica
2. Un tratamiento activo y educación (comprensión, favorecer cambios en tu día a día y autoeficacia):
La cantidad de datos que respaldan que cualquier tratamiento fisioterapéutico debe ser activo es abrumadora. Ya sea mediante ejercicio de fuerza, movimientos activos, cardiovascular... Vamos, EJERCICIO TERAPÉUTICO: aquel ejercicio que, correctamente dosificado, te ayude a ti en específico a disminuir tu dolor y tu incapacidad y mejorar tu calidad de vida.
No obstante, es muy importante que entiendas bien por qué lo haces, qué tienes que cambiar en tu día a día para lograrlo y, en algunos casos, entender de forma básica cómo funciona el dolor.
3. Favorecer tu independencia y autoeficacia
Huye de cualquier fisioterapeuta que te diga que "tienes que venir cada x tiempo aunque estés bien", "tienes que pasar la "ITV" cada mes" o "necesitas verme sí o sí para saber hacer las cosas". Es cierto que casi todo el mundo al principio necesita un mayor asesoramiento y guía para entender el proceso y adaptarlo bien a ti en específico, pero la función de nuestra profesión es ser un puente entre tu estado actual y tus objetivos, sirviéndoos como una guía para saber qué pasos dar y en qué dirección ir, pero siendo el trabajo siempre vuestro.
4. Herramientas y técnicas de alivio sintomático:
Técnicas y estrategias que te vendrán muy bien para disminuir tu sintomatología en los momentos que necesites, para afrontar el camino sufriendo menos y abrirte una ventana de oportunidades para que te sea más fácil actuar de forma activa.
Así que... ¿Por qué no te das la oportunidad de probarlo y mejorar de una vez tu estado actual y saber cómo hacerlo?
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